Narra el mito que la reina Casiopea y su hija Andrómeda
eran muy bellas. Un día en que Casiopea proclamó orgullosamente que ellas eran más
bellas que las Nereidas -las cincuenta ninfas del mar hijas del sabio
Nereo-, éstas fueron a quejarse a Poseidón, su protector. Poseidón se enfureció por la afrenta sufrida por las ninfas, agitó las
aguas con su tridente inundando las costas de Palestina y convocó al monstruo Cetus (Ballena). Viendo su reino amenazado por el dios, el rey Cefeo,
esposo de Casiopea, consultó al oráculo de Amón cómo podría salvarlo y el oráculo le respondió que debía sacrificar Andrómeda a Cetus.
Cefeo resolvió entonces encadenar a Andrómeda a unas rocas ante la costa de Jope (la actual Jaffa o Yafo junto a Tel Aviv, donde los arrecifes naturales que resguardan su pequeño puerto pesquero son denominados aún hoy en día Rocas de Andrómeda) a fin de que el monstruo la devorara. Eratóstenes dice que Andrómeda se muestra en el cielo con los brazos en cruz tal como fue expuesta a Cetus.
Cuando ya la fiera criatura se aproximaba a Andrómeda, Perseo acudió a lomos de su caballo alado Pegaso y se ofreció a combatirla a cambio de la mano de la princesa encadenada. Tras acceder Cefeo y Casiopea a ello, Perseo emprendió un vuelo sobre la superficie marina con el que consiguió engañar a Cetus haciendo que éste lo confundiera con su sombra, y logró de ese modo clavar su espada en el monstruo.
Se cuenta también que al celebrarse el matrimonio de Perseo con
Andrómeda, un celoso pretendiente de ésta conjurado con Casiopea lanzó a
200 guerreros contra la pareja nupcial. Perseo sacó la cabeza cortada
de Medusa de su zurrón y los atacantes quedaron petrificados al verla.
El oráculo de Delfos revela a Acrisio, rey de Argos, que no tendrá descendencia masculina y que un nieto suyo lo matará, por lo que decide encerrar a su hija Dánae en una torre de bronce. Zeus logra penetrar en la torre a través de una grieta en forma de lluvia de oro y fecunda a Dánae, quien da a luz a Perseo. Dánae consigue ocultarlo durante 4 años, pero Acrisio acaba descubriéndolo y ordena que ella y Perseo sean lanzados al mar en un cofre. Éste es transportado por las corrientes hasta la isla de Sérifos y allí son rescatados por el pescador Dictys, hermano del rey Polidectes.
Polidectes se enamora de Dánae y Perseo, para poder liberar a su madre, pacta con el rey traerle la cabeza de la górgona Medusa, sacerdotisa de Atenea violada por Poseidón y transformada por ello en una criatura terrorífica con la cabeza cubierta de serpientes cuya visión petrificaba al mortal que la mirase. Perseo logra llevarlo a cabo con la hoz que le brinda Hermes, el escudo bruñido que le ofrece Atenea -con el cual puede ver el reflejo de Medusa sin mirarla- y las sandalias aladas, el zurrón y el casco de invisibilidad de Hades que le entregan las ninfas Estigias.
Regresa a Argos tras su matrimonio con Andrómeda y se entera que Polidectes ha intentado violar a su madre en su ausencia. En un banquete con el rey extrae la cabeza de Medusa de su bolsa y convierte en piedra a Polidectes y a toda su corte. Más tarde devuelve a Hermes y a Atenea los instrumentos con los que ha llevado a cabo sus gestas, y la diosa coloca la cabeza de Medusa en el centro de su escudo divino.
Se dice que Pegaso fue concebido por Medusa cuando Poseidón la sedujo disfrazado de caballo. Al degollar Perseo a la górgona, Pegaso sale de su interior completamente formado.
Asimismo se cuenta que la fuente del monte Helicón que los pastores llamaron Hipocrene (según Arato) nació de la marca de sus cascos. Esta fuente fue consagrada a las musas.
Pegaso también fue montado por el héroe Belerofontes, cuyas hazañas son citadas por Homero en el canto VI de la Ilíada.
Casiopea y Cefeo. Sydney Hall, Urania's Mirror. Londres, 1825.
Cefeo resolvió entonces encadenar a Andrómeda a unas rocas ante la costa de Jope (la actual Jaffa o Yafo junto a Tel Aviv, donde los arrecifes naturales que resguardan su pequeño puerto pesquero son denominados aún hoy en día Rocas de Andrómeda) a fin de que el monstruo la devorara. Eratóstenes dice que Andrómeda se muestra en el cielo con los brazos en cruz tal como fue expuesta a Cetus.
Andrómeda. Ms. Aratea, Biblioteca de la Universidad de Leiden. S. IX.
Cuando ya la fiera criatura se aproximaba a Andrómeda, Perseo acudió a lomos de su caballo alado Pegaso y se ofreció a combatirla a cambio de la mano de la princesa encadenada. Tras acceder Cefeo y Casiopea a ello, Perseo emprendió un vuelo sobre la superficie marina con el que consiguió engañar a Cetus haciendo que éste lo confundiera con su sombra, y logró de ese modo clavar su espada en el monstruo.
Cetus. Jacob Green, Astronomical Recreations, or Sketches of the
Relative Position
and Mythological History of the Constellations. Filadelfia, 1824.
and Mythological History of the Constellations. Filadelfia, 1824.
Perseo y Andrómeda. Alexander Jamieson, A Celestial Atlas comprising
a systematic display of the Heaven. Londres, 1822.
a systematic display of the Heaven. Londres, 1822.
El mito de Perseo
El oráculo de Delfos revela a Acrisio, rey de Argos, que no tendrá descendencia masculina y que un nieto suyo lo matará, por lo que decide encerrar a su hija Dánae en una torre de bronce. Zeus logra penetrar en la torre a través de una grieta en forma de lluvia de oro y fecunda a Dánae, quien da a luz a Perseo. Dánae consigue ocultarlo durante 4 años, pero Acrisio acaba descubriéndolo y ordena que ella y Perseo sean lanzados al mar en un cofre. Éste es transportado por las corrientes hasta la isla de Sérifos y allí son rescatados por el pescador Dictys, hermano del rey Polidectes.
Polidectes se enamora de Dánae y Perseo, para poder liberar a su madre, pacta con el rey traerle la cabeza de la górgona Medusa, sacerdotisa de Atenea violada por Poseidón y transformada por ello en una criatura terrorífica con la cabeza cubierta de serpientes cuya visión petrificaba al mortal que la mirase. Perseo logra llevarlo a cabo con la hoz que le brinda Hermes, el escudo bruñido que le ofrece Atenea -con el cual puede ver el reflejo de Medusa sin mirarla- y las sandalias aladas, el zurrón y el casco de invisibilidad de Hades que le entregan las ninfas Estigias.
Regresa a Argos tras su matrimonio con Andrómeda y se entera que Polidectes ha intentado violar a su madre en su ausencia. En un banquete con el rey extrae la cabeza de Medusa de su bolsa y convierte en piedra a Polidectes y a toda su corte. Más tarde devuelve a Hermes y a Atenea los instrumentos con los que ha llevado a cabo sus gestas, y la diosa coloca la cabeza de Medusa en el centro de su escudo divino.
Perseo. Johannes Hevelius, Firmamentum
Sobescianum sive Uranographia. S. XVII.
Acerca de Pegaso
Se dice que Pegaso fue concebido por Medusa cuando Poseidón la sedujo disfrazado de caballo. Al degollar Perseo a la górgona, Pegaso sale de su interior completamente formado.
Asimismo se cuenta que la fuente del monte Helicón que los pastores llamaron Hipocrene (según Arato) nació de la marca de sus cascos. Esta fuente fue consagrada a las musas.
Pegaso también fue montado por el héroe Belerofontes, cuyas hazañas son citadas por Homero en el canto VI de la Ilíada.
Pegaso. Johannes Hevelius, op. cit..
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