Narra el mito que la reina
Casiopea y su hija
Andrómeda
eran muy bellas. Un día en que Casiopea proclamó orgullosamente que ellas eran más
bellas que las Nereidas -las cincuenta ninfas del mar hijas del sabio
Nereo-, éstas fueron a quejarse a Poseidón, su protector. Poseidón se enfureció por la afrenta sufrida por las ninfas, agitó las
aguas con su tridente inundando las costas de Palestina y convocó al monstruo
Cetus (Ballena). Viendo su reino amenazado por el dios, el rey
Cefeo,
esposo de Casiopea, consultó al oráculo de Amón cómo podría salvarlo y el oráculo le respondió que debía sacrificar Andrómeda a Cetus.
Casiopea y Cefeo. Sydney Hall, Urania's Mirror. Londres, 1825.
Cefeo resolvió entonces encadenar a Andrómeda a unas rocas ante la costa de Jope (la actual
Jaffa o Yafo junto a Tel Aviv, donde los arrecifes naturales que
resguardan su pequeño puerto pesquero son denominados aún hoy en día
Rocas de Andrómeda) a fin de que el monstruo la devorara. Eratóstenes dice que Andrómeda se muestra en el
cielo con los brazos en cruz tal como fue expuesta a Cetus.
Andrómeda. Ms. Aratea, Biblioteca de la Universidad de Leiden. S. IX.
Cuando ya la fiera criatura se aproximaba a Andrómeda,
Perseo acudió a lomos de su caballo alado
Pegaso
y se ofreció a combatirla a cambio de la mano de la princesa encadenada. Tras acceder Cefeo y Casiopea a ello, Perseo emprendió un vuelo sobre la superficie marina con el que consiguió engañar a Cetus haciendo que éste lo confundiera con su sombra, y logró de ese modo clavar su espada en el monstruo.
Cetus. Jacob Green, Astronomical Recreations, or Sketches of the
Relative Position
and Mythological History of the Constellations. Filadelfia,
1824.
Se cuenta también que al celebrarse el matrimonio de Perseo con
Andrómeda, un celoso pretendiente de ésta conjurado con Casiopea lanzó a
200 guerreros contra la pareja nupcial. Perseo sacó la cabeza cortada
de Medusa de su zurrón y los atacantes quedaron petrificados al verla.
Perseo y Andrómeda. Alexander Jamieson, A Celestial Atlas comprising
a systematic display of the Heaven. Londres, 1822.
El mito de Perseo
El
oráculo de Delfos revela a Acrisio, rey de Argos, que no tendrá
descendencia masculina y que un nieto suyo lo matará, por lo que decide
encerrar a su hija Dánae en una torre de bronce. Zeus logra
penetrar en la torre a través de una grieta en forma de lluvia de oro y
fecunda a Dánae, quien da a luz a Perseo. Dánae consigue ocultarlo
durante 4 años, pero Acrisio acaba descubriéndolo y ordena que ella y
Perseo sean lanzados al mar en un cofre. Éste es transportado por las
corrientes hasta la isla de Sérifos y allí son rescatados por el
pescador Dictys, hermano del rey Polidectes.
Polidectes se
enamora de Dánae y Perseo, para poder liberar a su madre, pacta con el rey
traerle la cabeza de la górgona Medusa, sacerdotisa de Atenea violada
por Poseidón y transformada por ello en una criatura terrorífica con la
cabeza cubierta de serpientes cuya visión petrificaba al mortal que la
mirase. Perseo logra llevarlo a cabo con la hoz que le brinda Hermes, el
escudo bruñido que le ofrece Atenea -con el cual puede ver el reflejo de
Medusa sin mirarla- y las sandalias aladas, el zurrón y el casco de
invisibilidad de Hades que le entregan las ninfas Estigias.
Regresa
a Argos tras su matrimonio con Andrómeda y se entera que Polidectes ha
intentado violar a su madre en su ausencia. En un banquete con el rey extrae la cabeza de Medusa de su bolsa y convierte en piedra a Polidectes y
a toda su corte. Más tarde devuelve a Hermes y a Atenea los instrumentos con
los que ha llevado a cabo sus gestas, y la diosa coloca la cabeza de
Medusa en el centro de su escudo divino.
Perseo. Johannes Hevelius, Firmamentum
Sobescianum sive Uranographia. S. XVII.
Acerca de Pegaso
Se
dice que Pegaso fue concebido por Medusa cuando Poseidón la sedujo
disfrazado de caballo. Al degollar Perseo a la górgona, Pegaso sale
de su interior completamente formado.
Asimismo se cuenta
que la fuente del monte Helicón que los pastores llamaron Hipocrene (según Arato) nació de la marca de sus cascos. Esta fuente fue consagrada a las musas.
Pegaso también fue montado por el héroe
Belerofontes, cuyas hazañas son citadas por Homero en el canto VI de la
Ilíada.
Pegaso. Johannes Hevelius, op. cit..