lunes, 12 de junio de 2023

Donde el tiempo ordinario puede ser abolido

“Las fiestas, o sea los espacios significativos donde el tiempo ordinario puede ser abolido, son puntos simbólicos de coyuntura dentro de un tiempo monótono e insignificante y señalan en la sucesión del año lo que es el Tiempo en Sí al valorizarlo y reintegrarlo a un espacio originario; dicho de otro modo, no sería nada el Tiempo, su Ser, sin las fiestas, o espacios, especialmente señalados por su proyección o hálito, el movimiento, para comprenderlo o invocarlo. En estas 'estaciones' que hace el movimiento, el tiempo se reintegra, y es a la vez reintegrado por el rito humano a su Origen Arquetípico. Ya que no hay mayor logro de síntesis que vivenciar al Tiempo como si fuera Espacio; un solo y absoluto espacio vacío; pues si el movimiento que atestiguan los calendarios es la proyección espacial del tiempo, la absorción de éste en lo atemporal es semejante a 'finalizar el discurso sin haber movido la lengua' como reza el texto zen-budista.

Dos han sido siempre para todos los pueblos estas estaciones fundamentales donde el Sol parece detenerse en su recorrido anual y ellas marcan dos puntos extremos en una circunferencia; nos referimos a los solsticios, palabra en cuya etimología está implícita esta 'estación', este 'detenerse', esta invariable y periódica señal que divide al año en dos partes; y posteriormente en cuatro, con los equinoccios como puntos intermedios, estabilizándolo, enmarcándolo y estructurando todas las fiestas sucesivas”. (1)

Constelaciones animales del Códice de París. Imagen de Patricia Martín, Smithsonian Latino Center


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Según el Observatorio Astronómico Nacional, el solsticio de verano (de invierno en el hemisferio sur) tendrá lugar el día 21 de junio a las 16 horas 58 minutos de hora oficial peninsular. La estación durará aproximadamente 93 días y 16 horas, y acabará el 23 de septiembre con el equinoccio del otoño.

Al comenzar el verano, Venus y Marte serán los únicos planetas visibles tras la puesta del Sol sobre el horizonte oeste. Venus se irá aproximando al Sol con el transcurso de la estación y dejará de verse a partir de primeros de agosto. Allí donde el horizonte sea llano, Mercurio podrá ser avistado tras el ocaso solar entre mediados de julio y mediados de agosto.

Júpiter será visible de noche durante todo el verano pero Saturno desaparecerá sumido en el brillo del alba a finales de agosto. Venus reaparecerá por el este poco antes de la salida del Sol en la segunda quincena de agosto y se podrá ver de madrugada en lo sucesivo. Mercurio comenzará a ser visible al alba hacia mediados de septiembre, precediendo al Sol.

Durante el verano de 2023 no se producirá ningún eclipse de Sol o Luna.


(1) Federico González, Simbolismo y Arte. Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2004.


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