Culmina, pues, el ascenso del Sol en la caja cósmica abovedada pero la obra no concluye con este clímax. Hay mucho trabajo por hacer aún para llevar a los frutos a su maduración y de ello van a tener que seguir ocupándose los dioses que atienden a este proceso tan delicado, Gea-la Tierra la primera, y por supuesto los agricultores junto a ellos. Si el Señor no construye la casa, en vano se afanan los albañiles; pero si los trabajadores no acuden al tajo, oran y laboran, aquí no se yergue construcción alguna. El Destino es obra de una sociedad mixta entre la Providencia y la Voluntad…
“O sea, que habiendo puesto nuestra Voluntad (libre albedrío) al servicio de la Providencia -interviniendo en ello la fe- accedemos a un Destino que ha sido nuestra necesidad. Pero una vez que comprendemos ese Destino, es cuando se traduce en términos de Voluntad -a ese Destino- y éste es capaz de llevarnos nuevamente a su fuente inspiradora, es decir a la Providencia Divina -que lo es todo-, y ser absorbidos por su Inteligencia, en íntimo contacto con su Sabiduría.”
(Federico González, Carta al Lector. SYMBOLOS, 31-32, Barcelona, 2007)
Elías y el carro de fuego. Manuscrito hacia 1430, Biblioteca
Nacional de Holanda.
Venus señoreará como lucero del alba desde unas pocas horas antes del orto solar. A Júpiter lo observaremos durante la primera mitad de la noche -cada día algo menos-, mientras que Saturno estará a la vista hasta entrada la madrugada. Marte volverá a escena a principios de septiembre por el horizonte este, siendo visible en las horas crepusculares del comienzo del día. En cuanto al ágil y escurridizo Mercurio, las mejores condiciones para verlo se darán durante la la tercera semana de julio (en la tarde-noche) y a mediados de septiembre (al amanecer).
Durante el verano de 2017 se producirán dos eclipses. Entre las 19h 23m y las 21h 18m (hora peninsular) del día 7 de agosto habrá un eclipse parcial de Luna que será visible en Australia, Asia, África y Europa, y el 21 de agosto a las 20h 46m (id.) dará comienzo un eclipse parcial de Sol que afectará a América, África y Europa.
La noche del 12 al 13 de agosto nos obsequiará con las “lágrimas de San Lorenzo”, la lluvia de las estrellas Perseidas, aunque el brillo de la Luna dificultará algo su visión. Lo mejor es intentar observarlas al principio de la noche, mirando ligeramente al este de la característica “W” de Casiopea.
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