Venus no saldrá a escena en esta ocasión porque estará ocupada entre bambalinas de otros menesteres imprescindibles para que la Belleza brille esplendente.
El escenógrafo celeste ha enganchado unas estrellas sobre la bóveda nocturna para demarcar el pasillo de la danza de los planetas. De entre ellas veremos destacar por su luminosidad, de oeste a este, las blaquiazules Régulo de Leo y Spica de Virgo, y el rojo y palpitante corazón del Escorpión, Antares, una de las estrellas más extraordinarias del cielo de verano.
Feliz solsticio.
Lámina de "La Máscara Real" (1764). En primer plano, el carro de Apolo,
y en el centro de la imagen, el de Júpiter y Juno.
y en el centro de la imagen, el de Júpiter y Juno.
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