El Sol entra en el signo de Capricornio el martes 22 de diciembre
a las 05:49 de hora peninsular española. Será el instante del solsticio de
invierno, de la detención de la caída de la estrella que calienta e ilumina
nuestros días; y ello va a suceder con la Luna en creciente. El
satélite de la Tierra alcanzará su plenitud el día de Navidad a las 12:12 h.p.,
en el signo de Cáncer del cual es regente. Y empezará a disminuir mientras el
Sol Invicto va remontando su órbita en la bóveda celeste...
Muchas veces hemos cantado silenciosamente a la Luna, alegres
al verla en el cielo y contemplarla como una puerta abierta a espacios más
altos o como una nave para conducirnos a aquel misterioso “allá” a donde queremos
ir. Pero la Luna tiene también significados nefastos y puede que sean los dominantes en una coyuntura determinada. Quizás aquí. Quizás ahora mismo.
El astro central que se consume a sí mismo para darnos luz y
calor va a revertir su disminución ante un luminar que no es más que un reflejo
suyo, una engañosa y temporalmente poderosa señora a la que tantos poetas han
verseado. La vigencia de la pálida e inestable diosa del psiquismo desordenado tiene
los días contados, como lo tienen todos los efluvios que ella derrama a cambio
de la luz que se roba. Es propio del Sol prevalecer hasta el fin de los tiempos.
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