Glyptothek München (con licencia Creative Commons)
"La Astrología establece las relaciones entre la inmanifestación y la manifestación, entre el creador y la criatura, a través de las energías, los ciclos y los ritmos de los astros, que son las causas mediadoras entre Dios y lo terrestre. Estos agentes naturales son también dioses, y sus comportamientos, andanzas y carácter constituyen un modelo ejemplar para los humanos. La contemplación del cielo y sus constantes invariables es una manera de conocer, apoyándose en la manifestación sensible como vehículo del Arquetipo Eterno.
En un mundo indisolublemente unido en todas sus partes, que se corresponden, el cielo y sus habitantes es un espectáculo fascinante de armonía y un inmenso libro abierto para los que tienen oportunidad de leerlo.
En la arquitectura del cosmos los astros juegan un papel importantísimo y todos los pueblos del mundo han reparado en él y lo han conocido. Sin embargo, los meros procedimientos de tipo predictivo, por interesantes que ellos sean, no agotan la perspectiva de la astrología y la astronomía herméticas, cuyo verdadero sentido se encuentra en su adaptación a la cosmología, o sea a su utilización con el fin de alcanzar el Conocimiento de la verdadera esencia y naturaleza del universo y del hombre, lo que equivale también a conocer, entonces, la huella, o la firma, del Arquitecto invisible y creador".
Federico González, El Tarot de los Cabalistas
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Según el Observatorio Astronómico Nacional, el solsticio de
invierno (de verano en el hemisferio austral) de 2024 tendrá lugar el sábado 21
de diciembre de 2024 a las 10 horas y 21 minutos de hora oficial peninsular. La
estación durará aproximadamente 88 días y 23 horas, y terminará el 20 de marzo
de 2025 con el equinoccio de primavera.
Al inicio de las noches de invierno podremos ver en el cielo
a Venus, Júpiter y Saturno, si bien este último se irá acercando al Sol paulatinamente
y acabará desapareciendo a finales de febrero. Marte comenzará a ser visible en
los cielos vespertinos a mediados de enero y Mercurio hará una breve aparición,
allí donde haya condiciones favorables para su observación (horizonte oeste
llano y libre de contaminación lumínica) en la primera quincena de marzo.
Marte y Mercurio serán visibles (el segundo dependiendo de
cómo sea el horizonte este del lugar) durante el crepúsculo matutino al inicio
del invierno, aunque desaparecerán hacia finales de enero. No habrá otros
planetas a la vista al amanecer hasta finales de invierno, periodo en que reaparecerá
Venus como lucero del alba.
Durante el invierno habrá un eclipse total de Luna. Ocurrirá el 14 de marzo y será visible desde América, el oeste de África y Europa, y el este de Asia y Oceanía.